martes, 20 de octubre de 2015


Tanto el conocimiento histórico y antropológico, como la estadística, en el campo de la psicoterapia demuestran que: salvo los accidentes de tráfico, climáticos o eventos con otras especies, el 99% restante de los traumas humanos son causados por conflictos emocionales derivados de las interrelaciones o vínculos humanos.

Ese nudo emocional traumático experimentado en nuestro recorrido biográfico o heredado uterina o genéticamente, erosiona el funcionamiento cerebral, glandular, nervioso y energético, porque esa “astilla de stress” degradará el sistema inmunológico, psíquico y físico en detrimento continuo de la coherencia celular y mental hasta colapsar en lo que llamamos enfermedad.

La enfermedad no es un castigo redentor, ni un estigma al azar, sino un síntoma condensador y aglutinante de síntomas previos (y en aparente desconexión), que, como una señal de advertencia, sólo indica que algo bloquea o desordena la armonía del conjunto de sistemas que nos componen, requiriendo una urgente revisión.


La sociedad o mente colectiva es como un cerebro holográfico donde cada Ser es una neurona conformando una red o tejido. La manera de vincularse o conectarse determina la optimización del potencial de ese organismo hacia la evolución o la degradación.
La desintegración social, familiar y de parejas es un indicador de una desestructuración de los viejos enlaces humanos, en forma de caos que puede ser germinativo/generativo de una evolución de la especie o una degeneración hacia la extinción…sólo de cada uno de nosotros depende.
PIENSA EN ESTO

El origen de las palabras que llamamos sustantivos o nombres tiene la función de dar, a algo, una demarcación que lo limite y determine a lo que eso debe significar o ser, evitando así confusión con otra cosa.
Para algo inerte, rígido o fijo esta noción puede ser útil, pero no lo es para procesos vivos, cambiantes en tránsito o flujo continuo.

Una relación humana es un proceso creativo y como tal procesa el flujo de experiencia que llamamos vida, como un río que no deja de nutrirse, si no se lo estanca.



Cuando dos seres empiezan a vincularse la expectativa, el prejuicio y el hábito los conduce (inconscientemente) a colocar un nombre limitante y casi administrativo de la relación; sin permitirle respirar, ni el tiempo propicio de manifestar lo que la vinculación, en todas las dimensiones energéticas, puede expresar y liberar.

Los nombres o las nominaciones en las relaciones humanas son extremadamente asfixiantes por obedecer a un determinismo compulsivo que interfiere en el fluir, en los cambios y evoluciones de un proceso que está vivo y que lo convertimos en mortalmente rígido, con normas de un comportamiento conveniente y consensuado a una única probabilidad.

No permitas que tus vínculos sean prisioneros de la esclerosis de un nombre que los clasifica, programa, determina, jerarquiza y limita.

Piensa que cada vez es más notoria la gestación desesperada de palabras que puedan acomodarse al surgimiento de nuevas probabilidades de relacionarse que los tiempos van imponiendo.

Pareciera que el afecto, la atracción o el amor en todas sus variantes, requiere ser reconocido, evaluado, explicado y justificado antes de que ocurra aquello que únicamente interesa, que es la manifestación plena de su SER.


  • RIESGOS CON LA ENERGÍA EN UNA RELACIÓN

Las grandes sabidurías milenarias aseguran que toda creación del universo es producto de dos componentes sagrados (conciencia y energía) qué, combinados, producen lo que entendemos como manifestación.

La física cuántica lo corrobora con la experiencia de la observación interactuando con la energía. Y el mayor genio científico de nuestro siglo, Nikola Tesla, insistía que para comprender todo en este universo debíamos pensarlo desde la energía, la vibración y la frecuencia.

Estar “despierto” es fundamentalmente vigilar y mantenerse atento a la intención con la que te vinculas en la interrelación con los demás.

Se consciente de qué deseo, significado o intención te hace compatible y compartes (sin enjuiciar ni clasificar); sólo para darte cuenta y poder hacerte responsable de lo que estás co-creando en co-incidencia con el otro… porque:

Significado/conciencia + Energía/Substancia = Manifestación/Creación


Esa intención – significado manifestará una determinada vibración energética que atraerá lo que resuena en su misma banda de frecuencia o similar densidad cuántica, o sea, similar energía.

Y…la incompatibilidad o disonancia en la intención y la energía entre dos personas manifestará o generará conflicto y por lo tanto enfermedad.

  • DESPROGRAMAR LAS RELACIONES

Hemos desembarcado en este mundo para crecer en conciencia, lo cual es APREHENDER.

Y lo primero que tenemos que aprehender, en este cambio evolutivo planetario es a relacionarnos, porque es la clave del tejido conjuntivo en la red que conformamos.

Energía que se relaciona con energía, es la definición de la física cuántica con respecto a la realidad última del universo.

Interrelacionarnos de otra manera a como lo hemos hecho es el reto o asignatura pendiente para el salto cuántico que transitamos (ya toca hablar menos de salto…y saltar).

Necesitamos liberarnos de las ideas preconcebidas y vetustas de cómo debe ser una relación, encarcelándola en una clasificación, una planificación, una expectativa o diseño mental heredado sin cuestionar ni renovar.

Todo es una interrelación… entre planetas y estrellas, entre el agua, el aire, el fuego y la tierra, entre las especies, entre chackras y  glándulas endocrinas... entre el pensamiento y las emociones; o sea entre conciencia energía que están creando el mundo a nuestro alrededor.



Por tanto, las relaciones hacen que la creación sea posible y, de las humanas, depende nuestro crecimiento y aprendizaje. Si las encorsetamos con reglas y directrices, si las amordazamos con morales de artificio o imponemos barreras para el resto de experiencias potenciales posibles, entonces, cercenamos la creatividad y el generar aprendizaje.

Con la expectativa o el programa de lo ya conocido bloqueamos ese fluir interno de potencia creativa hacia la demanda de lo limitado y preestablecido.

El nuevo paradigma nos invita a nutrirnos desde la incertidumbre cuántica generativa y, para muchos, eso implica la sensación de vértigo en la pequeña mente egoica que responde al programa de: “más vale lo malo conocido que bueno por conocer”.

De nada vale decir que el amor es el aglutinante o el pegamento que cohesiona la vida y la conciencia (y por ende las partículas subatómicas) si no sabemos, ni cuestionamos ¿qué es el amor?


Y al amor, como a Dios, no se lo explica, se lo experimenta… y se lo comienza a experimentar desde los sentidos;  y más allá de los sentidos y de la razón se puede comprobar, comprender, aprehender quizás… que ese aglutinante, pegamento o vínculo llamado amor no puede ser sintetizado, liofilizado, deshidratado ni embalsamado, encerrado, controlado o contraído... ya que como substancia divina (substancia = lo que sostiene) y creativa, es la expresión expansiva, dinámica y esencial de la LIBERTAD.

 Y, finalmente… el grado de libertad determinará el grado de percepción.... el grado de darse cuenta… que es, el grado de conciencia.

Leonardo Díaz Araujo

3 comentarios:

  1. Excelente reflexión, dinámica con el lenguaje y contingente...
    Gracias y saludos cordiales <3
    Lewfü Vivian Rio

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  2. Si el amor es una enfermedad, yo estoy continuamente enferma, porque me enamoro y me desenamoro por igual, así que somatizo toda clase de problemas en mi cuerpo, si no alcanzo lo que según yo quiero, mi mente quiere, mi cuerpo quiere...y no lo encuentra.....y cuando cree que lo encontró es maya, es ilusión, es nada, construyo y reconstruyo yo mi vida, mis ilusiones y por ende mi sufrimiento...he decidido vivir sola desde hace 13 años que el padre de mis hijos falleció...y no pretendo re.construir una relación ortodoxa, nooooooo, yo no quiero esto....yo únicamente quiero amar y ser amada..hasta donde no lo se, no tengo límites, solo exijo y doy, y si no dan en la medida en que yo doy, me frustro, y entonces aparece en mi la intuición, y el ver mas allá de lo que me sucede, pero me tengo que dar un gran cabezazo para entenderlo, soy una maraña de cosas inciertas...lo único que si sé es que sola no quiero estar....Gracias por todo lo que nos aportas.

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