He querido resumirte la
advertencia y la opinión de Jonathan Schell, la cual compartimos. Este ex
periodista de la prestigiosa revista The New Yorker, como escritor recibió
importantes galardones en el mundo de las letras, pero además de ello, y lo que
es más interesante, despertó importantes movimientos ecologistas y anti
armamentistas.
... "¿Quién
sería el enemigo?... no serian ciertamente los dirigentes políticos del mundo,
quienes, aunque ahora amenazan a la tierra con armas, lo hacen únicamente con
nuestra autorización e incluso a petición nuestra... ... Contra esto, en este
momento la mayoría de nosotros no hacemos nada. Apartamos la mirada. Nos
refugiamos en la esperanza de que el holocausto no llegara a producirse, y
volvernos a atender nuestras ocupaciones individuales.
Negamos
la verdad que nos rodea por todas partes, indiferentes al futuro de nuestra
especie, indiferentes entre nosotros, avanzando somnolientos hacia el fin del
mundo. Pero si un día sacudiéramos nuestro letargo... del mismo modo que la
inercia provoca la desesperación, el interés y la acción, abrirán paso a la
esperanza...
En
ese momento empezaríamos a abandonar nuestro doble papel de victimas y
responsables de un asesinato en masa. Dejaríamos de ser los destructores de la
humanidad para convertirnos, mas bien, en las puertas a través de la cual
entrarían en el mundo las generaciones futuras.
Entonces
impregnarían nuestras vidas, la pasión y la voluntad que necesitamos para
salvarnos a nosotros mismos. ... Si nos negamos anquilosadamente a reconocer la
proximidad de la extinción... nos convertimos efectivamente en aliados de la
muerte. ...
En
cambio, si rechazamos esta condenación y unimos nuestros esfuerzos en nombre de
la supervivencia, la niebla anestésica se disiparía, como una persona que ha
ingerido un veneno mortal, pero que en el último momento se sacude el estupor y
lo vomita..."
Hoy debemos suponer, que
cualquier mente sub-ordinaria de las que vemos en el poder, influenciada por
estas pseudoreligiones criminales y dualistas, tanto de Oriente como de
Occidente, bien cabe la posibilidad de que presa de un rapto mesiánico o
nacionalista, estimulado por el pánico egoísta del instinto de conservación
primitivo, podría apretar el botón equivocado, con la coartada de un enemigo exterior,
o un demonio al que un dios enjuiciador sentenció.
... Estas palabras ya las
hemos escuchado... ¿no es verdad?
Hoy
también sabemos que todas esas frágiles conciencias son las del tercer chakra,
donde priva la competencia, el control y la manipulación, cuya forma de pensar
o de procesar información es incompleta e ineficaz (silogismo). Y son mentes
que en caso de crisis o de ansiedad se ven inundadas de emociones y energías
inferiores procedentes del segundo chakra, con predominio de voracidad nutricional
o acopio material, imperando la angustia por la seguridad y conservación hasta
niveles de paranoia.
Esta
mente muy ordinaria que acabamos de describir, es la del
"depredador", y debemos admitir que por nuestra desidia, negligencia
y complicidad, esa mentalidad rudimentaria es precisamente la de la clase
política que nos dirige.
Me permito aconsejar a quienes voten, hacerlo por dirigentes más cercanos hacia la apertura del cuarto chakra, o sea, con una consciencia receptora de información más elevada, incorporando al simple razonamiento analítico, la capacidad de la intuición. Sumando a esto la capacidad de solidaridad, compasión y altruismo de quién dejó de acumular, para compartir.
Me permito aconsejar a quienes voten, hacerlo por dirigentes más cercanos hacia la apertura del cuarto chakra, o sea, con una consciencia receptora de información más elevada, incorporando al simple razonamiento analítico, la capacidad de la intuición. Sumando a esto la capacidad de solidaridad, compasión y altruismo de quién dejó de acumular, para compartir.
Leonardo Díaz Araujo
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